#17

Bueno... no he escrito últimamente... no sé, no tengo tiempo, y cuando lo tengo, me da la flojera, ¡pero no pienso abandonarlos! me ha costado tener seguidores...

Bueno, hoy fui a una central nuclear, pero no he mutado, que pena, eso sí, me han regalado una libreta verde, con cuadrícula al principio y hojas blancas al final, anda que no mola... (en realidad es una libreta que acabaré por dejar en blanco y muerta del asco en el escritorio, pero... It's Free!) total, que me he puesto a escribir y ha salido esto...

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-Que no me creo, señor Conejo, que usted haya podido sacarse todos los dientes y aún insista en comer zanahorias...

El silencio reina en aquella sala de paredes blancas, y sin embargo aquella chica habla con la mirada fija en el aire y una sonrisa dulce en el rostro, completamente absorta en una conversación con la nada.

-Ya veo, con chocolate todo se hace más blando...

Su camiseta y su falda, ambas blancas, hacen juego con las paredes. Su cabello negro extrañamente bien peinado, cae perfecto y reluciente a su espalda, y sus ojos verdes brillan con inocencia

-Pero si hace eso con el pelo de la tortuga, la Quimera podría regañarle...

Tras la puerta, mirando por una ventanilla, unos personajes en bata la observan con detenimiento, niegan levemente con la cabeza, su expresión es de decepción.

-Después de todo, ya no sirve la medicina del departamento neurológico...

-Pero si estaba perfectamente cuando pasamos ayer...

-Por lo visto todo lo que le damos actúa sobre ella sólo temporalmente... o tiene una fuerte capacidad de adaptación del organismo, o no se toma la medicina...

La chica entonces gira su rostro hacia la ventanilla de la puerta y ve a los doctores, su sonrisa se vuelve en una expresión entre la sorpresa, el horror, y luego la resignación... hace una señal a su amigo imaginario para que se vaya...

-Vaya, ahora que estaba tan cerca de salir...

Se levanta y va hacia la puerta dando saltitos, los doctores finalmente abren y entran a la sala cerrando con llave tras ellos

-Señorita, ha recaído... sabe que si no desaparecen las visiones no podrá marcharse de aquí...

Los ojos de la chica ahora se han apagado y miran al hombre como si hubiese un vacío, sin embargo asiente para confirmar que está escuchando

-Bien, también le recuerdo que seguiremos con el tratamiento que llevábamos hasta ahora, para hacer desaparecer esas alucinaciones de una vez

La pelinegra alza la vista como si de repente todos los presentes se volviesen visibles

-¿Cómo puede usted afirmar que lo que yo veo no es la realidad, y que lo que creen verdad no es mera fantasía? ¿Cómo puede usted decir que veo cosas que no debería ver, si no ha tenido el honor de verlas y disfrutarlas? Señor... usted lo que tiene es envidia...

Cruza los brazos, hace un mohín con los labios y desvia la mirada hacia la pared, frunciendo el ceño

-Señorita, lo suyo es un problema cerebral grave que surgió tras aquél accidente... no es normal que por la calle se paseen... conejos con chistera o...

-¿Es que no lo entiende? ¡Yo veo la auténtica realidad! Donde nada duele, nada se debe temer, aunque hay muchas cosas extrañas, a veces que superan la lógica... pero puedes hacer todo lo que tu quieras... nadie te juzga, ni te ordena lo que debes hacer... y siempre hay alguien en quien confiar...

Una lágrima recorre su mejilla, los médicos poco a poco se levantan, el que ha estado hablando también se levanta, cuando está por salir de la sala, mira a la chica

-Ese es su problema más grave... vive de un sueño imposible... y le gusta... señorita Alicia...