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"Boys... will be boys"

Bueno, el otro día (osea ayer) me encontré una cosa interesante en facebook. En un grupo de rol en el que estoy, colgaron una pequeña encuesta para medir la calidad de la experiencia de las mujeres en las mesas de rol respecto a los hombres y la tensión sexual o amorosa evidente cuando personas de distinto sexo se juntan en eventos sociales. Me pareció algo interesante responderla, y por supuesto me hizo reflexionar sobre mis experiencias en diversas mesas en las que he estado.

La primera vez que jugué Rol de Mesa, fue mastereado por un amigo mío. Jugamos Dungeons & Dragons y para mí todo fue super complicado, desde la ficha hasta hacer cualquier movimiento sin que me dijeran "debes tirar el dado" sin frustrarme haha~ ¡estaba totalmente acostumbrada al rol por foro! ¡no entendía nada! Pero al mismo tiempo estar cara a cara con mis compañeros, compartir las bromas y las experiencias con los viajes, fue de las cosas más divertidas que he hecho hasta la fecha.

No era la única mujer en esa mesa, había otras dos chicas conmigo, una era amiga de todos desde hacía tiempo, la otra era novia del máster y yo, pues yo era amiga del máster y un par de jugadores, y era la primera vez que conocía a los demás. Como todos éramos más o menos conocidos, pues todo fue relajado, tomábamos refrescos y comíamos papas, jugábamos unas tres horas y luego a veces salíamos a dar una vuelta y otras sólo todos a su casa.

Desde entonces empecé a encontrarle gusto a rolear en mesa. Nos reuníamos los fines de semana y éramos a veces unos a veces otros. Más tarde abrí mi círculo y con mi novio en ese entonces íbamos a las rondas de mesas nocturnas en Sant Boi. En ellas narraba otro máster hombre, y estas veces yo era la única chica, o por lo menos al principio. El hombre quizá sí me tenía algo de favoritismo (la verdad es que le gustaba como jodía a los demás y acababa dándole buenos giros a sus tramas) al punto que cuando llegaba con las fichas, tenía algunas especialmente hechas para mí. 

A pesar de todo ello, nunca hubo ninguna tensión del tipo romántico (de todos modos yo tenía novio, pero el máster no mostraba el interés en mí más que como un buen personaje para sus historias). Los juegos eran super divertidos, super relajados y con muy buenas historias que hasta la fecha me hacen guardar las fichas con mucho cariño.

Con otro de mis másters fue que conocí Vampiro: La Mascarada. Era de los integrantes del primer grupo, y las partidas se formaron con unos pocos seleccionados de las partidas de D&D anteriores. Eramos al principio dos chicas, y luego se unió una más. El máster nos conocía (y conoce, claro) a las tres, y pues cualquier chiste era una clara broma tomada de buenas. Pero no todos los integrantes de la mesa eran tan controlados.

En esas mesas de Vampiro tuve mis primeros problemas como mujer RP. Una de las chicas de la mesa por ese entonces era mi pareja, y todos lo sabían, pero había un jugador que finalmente nos sacó de nuestras casillas a tal punto que lo echamos del grupo. Sin dar muchos detalles, el chico en cuestión parecía todo inocente y bastante bobo, pero sus acosos iban cada vez a peor, más insistente y más descarado cada vez. Primero hacia mí hasta que cuando le dijimos basta fue a por la chica restante (porque con mi novia era evidente que no podría, al ser gay). Simplemente rompió la liga, y arruinó todo el humor del grupo. Y no fue sólo por el acoso, si no por sus personajes poco serios y tendientes a arruinar las jugadas, pero ese es otro tema.

Finalmente hubo un tiempo en el que ya no hicimos mucho rol de mesa (salíamos los fines de semana, claro, pero ya no nos reuníamos específicamente a rolear). Y luego me mudé a México y no encontré ningún lugar para jugar rol. Hasta que empecé a vivir en el DF. Experiencia de la cual ya les conté un poco.

En México y en latinoamérica en general, en los grupos de "frikis" sobretodo, la tensión entre géneros es mucho más evidente que en otros lugares en los que haya estado. No sólo se debe a la "sangre caliente" si no que además no es un hobbie tan abierto y conocido como en Europa o Norte América y hay muy pocas chicas que le dediquen todo el tiempo y cariño tanto como en esos lugares.

Los dos másters con los que jugué vampiro (Adrián y Lalo, son geniales) se comportaron como auténticos narradores. Sus partidas estaban llenas de suspenso, las chicas que jugábamos eramos tratadas con respeto pero no con favoritismo (si vieran cada porrazo que nos metían) y todos los jugadores éramos parte esencial en las tramas. Además ambos estaban acostumbrados a jugar con mujeres en sus mesas tras largos años de ser narradores y los demás jugadores iban y venían y tenían pareja y se conocían entre todos (para ser una ciudad tan grande, el DF tiene una comunidad muy unida y se conocen entre todos). Ese grupo me gustaba, había mesa cada dos domingos pero entre ambas mesas mi roomie y yo íbamos cada fin de semana.

En la partida de D&D que mencioné alguna de mis entradas anteriores fue que tuve un caso (porque realmente no lo consideré un problema, pero fue un caso hahaha) que afectó a la continuidad de las partidas y la posterior cancelación. ¿Adivinan qué fue? Claro, le gusté al máster y empezó a tomarme favoritismo.

Al principio era divertido, me daba algo más de dinero, ayudaba a mis tiradas, pero era balanceado, ayudaba también a los demás y era amable con todos, pero finalmente llegó el punto en el que era más que evidente que me tenía predilección. Igual todos en la mesa sabían que tenía pareja (y sigo teniendo *corazoncito*) pero el máster estaba más que empecinado. Y según él era secreto pero todos los del grupo se enteraron por su evidencia. Se creó una situación muy incómoda. Tanto para mí por ser centro de rumores, como para el máster, que estaba enojado con todos porque era un secreto a voces, como para el resto de jugadores, que tan sólo querían jugar tranquilos. Cuando se disolvió la mesa sinceramente fue un alivio, diría que para todos.

Finalmente no he jugado más mesas físicas, del DF me mudé de nuevo a Puebla y de Puebla ahora a Los Cabos, pero no hay grupos de rol abiertos y es algo aburrido. ¿Cuál sería mi conclusión en cuanto a mi experiencia personal como mujer RP? Es algo muy genial, te lo pasas muy bien y haces muy buenos amigos, pero si no sabes manejar ese tipo de roces entre géneros puede crear una experiencia muy incómoda y alejarte de un mundo maravilloso.

¿Qué consejo doy a mujeres que quieren jugar Rol de Mesa? Anímense, vayan a grupos abiertos o formen un grupo con sus amigos. Si se sienten más seguras, vayan acompañadas de amigos a las mesas que no conozcan. Si tienen algún percance simplemente sean claras y directas con sus intenciones, no pasa nada si cortan por lo sano algo que no desean, y si se acaba, sigan buscando, porque mala hierba hay hasta en los jardines más cuidados. No pasa nada.

¿Qué consejo doy a chicos (jugadores y narradores) que buscan tener más chicas como miembros del equipo? Sólo relájense. Somos mujeres, somos jugadoras, y somos personas. No vamos a buscar novio, vamos a jugar. Nos agradan las personas que se comportan (como ha sido gracias al cielo en la mayoría de mis experiencias) como si fuéramos amigos de toda la vida. Nos incomoda que nos acosen, que nos regalen los exp y los objetos de valor. Sólo dejen que las cosas fluyan sin forzar nada. Si consiguen algo, bien, si no, pues no. No insistan e intenten ser más empáticos. Las chicas no tratamos bien a la gente para conseguir favores, normalmente lo hacemos por educación, como todo el mundo, y porque queremos tener amigos, como todo el mundo. Repito. AMIGOS.

Pero este tema sobre distinguir entre si una chica quiere ser tu amiga o te está echando los perros es más un tema para revistas adolescentes. Así que dejémoslo ahí.

A las mujeres también nos gusta el rol de mesa, nos gusta discutir con nuestros compañeros sobre nuestras estadísticas y habilidades, tener un buen rol de combate y echarnos la culpa unos a otros por las pifias, las amputaciones y las muertes derpie. Nos gusta ser guerreras, semi-orcos, hechiceras, necromantes. Siempre habrá coñas subidas de tono entre personajes y también es divertido. Pero lo que pasa en la mesa, se queda en la mesa y no siempre va con segundas intenciones. 

Y los chicos... bueno, son chicos.

Cuando vayamos asimilando ésto todos, tal vez esas situaciones incómodas por acoso o malos entendidos disminuyan. Y entonces todos viviremos nuestro frikismo en paz y armonía. 

Aquí concluye la biblia de hoy(?) espero que les haya gustado, y por supuesto pueden comentar sus opiniones en la cajita de abajo. Siempre son bien recibidos los comentarios~ Los dejo por hoy.