#147 FICHA #3



Haine Yame
•{La inocencia de unos no borra la culpa de otros}•
Nombre Completo: Haine Yame
Apodos: Neko, Onee-chan, Haine-san
Edad: 22
Nacionalidad: Extranjera(?)
Raza: Nekomata
Orientación Sexual: Indiferente
Ocupación: Dueña del bar "Neko's Eyes" y camarera del mismo
•{Descripción Fisica}•
La apariencia ayuda al actor
De cabello castaño y ojos amarillos (de tono miel), es una chica bastante delgada, pero de aspecto saludable. Extrañamente sólo le nació una cola, y así se ha quedado a pesar de haber cumplido la mayoría de edad...Su piel es pálida, pero toma color con facilidad cuando se pone a tomar el sol. Suele vestirse con un hakama de color blanco en la parte superior y negro en la inferior, colocandose un delantal por encima cuando trabaja en su bar. Cuando está en casa lleva una camisa blanca que le queda enorme y unos leggins para poder moverse con facilidad y para poder entrenar en su tiempo libre (aunque suele ser poco). Sólo se pone zapatos cuando tiene que salir de casa o cuando está trabajando en el bar (en la segunda situación se pone unas sandalias). Cuando se enfada o está de mal humor se le eriza el pelo, y parece que lo lleve despeidado. A veces se lo recoge en dos coletas bajas o en una sola coleta alta. Lleva un cinturón en el que guarda cuchillos y una pistola.
•{Descripción Psicológica}•
Buena dentro, mala fuera
Sufre de bipolaridad, sin embargo está controlada según el ambiente en el que convive, por poner un ejemplo: cuando está trabajando en el bar es casi incapaz de tratar mal a alguien o ponerse antipática, es muy dulce con todo el mundo, aunque obviamente hay maneras de hacerla enfadar. Cuando no está trabajando o simplemente es su día libre, se comporta de forma seca, directa. Dice siempre lo que piensa, no le importa lo que digan los demás, y odia depender de otras personas (aunque le guste que el resto dependa un poco de ella en cierto modo), ama cuidar de los demás, pero a veces los trata algo bruta debido a que casi siempre ha estado sola, a veces habla para sí misma pero en voz alta, o se riñe a sí misma por las cosas que hace mal... es algo así como un síntoma de su doble personalidad. Cuando está nerviosa, estresada o de mal humor le viene su instinto asesino y se pelea con cualquiera que le provoca sin importar que tan fuerte sea, y tampoco los daños que pueda causarle tanto a ella misma como a su oponente, al menos hasta que se desestresa o se calma, o simplemente se colapsa.
•{Habilidades}•
El poder por poco que sea, debe usarse con responsabilidad
-Hipnotismo: Sus ojos tienen la capacidad de cambiar de colores, recurriendo a una amplia gama de cambios al antojo de la usuaria... Cuando el oponente la mira a los ojos y ella utiliza este poder, se confunde unos instantes y le distrae, de forma que ella puede atacar o moverse. Lo aprendió de un buda que la ayudó cuando era joven, enseñandole como hacerlo a partir del modo de refractar la luz solar en sus ojos.
-Incapacidad de sentir dolor: Cuando era pequeña tuvo un accidente en el que se rompió varios huesos y ligamentos, y al operarla tuvieron que inhabilitar casi todo su sistema nervioso sensorial, con lo cual toda sensación en su cuerpo es inexistente, su sentido del tacto es nulo, y su capacidad de sentir el dolor igual, por lo que es muy resistente en el combate y no le preocupa si es herida. La única excepción son sus orejas y su cola.
-Velocidad extrema: Al perder toda sensación en el sentido del tacto tuvo que aprender a reaccionar rápidamente para no herirse, por lo que entrenó muchísimos años para adquirir una velocidad increíble que sólo un ojo demoníaco muy poderoso podría adivinar, le es muy útil en combate al momento de esquivar ataques y golpear a sus oponentes.
-Transformación en gato: no hace falta explicar lo que eso significa... simplemente se puede transformar en una gata de color castaño cuando le apetece.
-Juego de marionetas: Siempre lleva consigo dos muñequitos de trapo remendados con dos bolas de plomo metidas en sus cabezas. Es capaz de controlarlos debido a un uso muy limitado de la telequinesis, y los utiliza para distraer a su oponente a modo de señuelos y para golpearle con fuerza cuando es necesario.
•{Historia}•
Si algún día les vuelvo a ver, los mataré a todos.
Desde que nació en Gensokyo la repudiaron... Su madre tuvo a seis crías más, pero al ser ella la más pequeña, la abandonó a su suerte dentro de una iglesia. A pesar de su reducido tamaño y su muy joven edad, era consciente de todo lo que pasaba a su alrededor, y al verse sola y sin familia que la protegiese pasó la peor noche de su vida, que para colmo era gobernada por una caída infinita de agua y truenos que resonaban por todo el lugar, iluminando las escenas de sufrimiento que presidian la mayoría de los altares... No fue hallada hasta al cabo de tres días, estaba tan débil que su cuerpo se había convertido en el de un pequeño gatito casi recién nacido... sin embargo su suerte fue empeorando... los humanos que la encontraron sólo la trataban como a una mascota, y de la peor manera, la mantenían atada y con muy poca comida, y en cuanto aprendió a caminar la obligaron a trabajar como una esclava en una bodega de téxtiles, dónde aprendió a tejer y coser, y también sobre todo tipo de telas, puesto que le encargaban hacer las ropas y vendajes que luego vendían a los participantes directos de la guerra.
A los seis años los humanos la vendieron a un circo ambulante, dónde le trataron mejor, pero del mismo modo mal... A pesar de que le eneñaron muchos movimientos acrobáticos y útiles, le mantenían encerrada en una jaula junto a otras criaturas que más que comprenderla, la atemorizaban siempre que podían, le robaban la comida y la hacían sentir mal debido al abandono que sufrió... tras dos años de viajes por todo Gensokyo en el circo decidió fugarse, saliendo por la puerta de atrás, sin embargo al estar por fin fuera una banda de asaltantes que estaban saqueando la compañía la vió, y por tal de que no les delatase, la dejaron muy malherida, rompiendole muchos huesos y causandole innumerables heridas, tras lo cual la dejaron tirada en una cuneta a varios quilometros del lugar... no tiene ni idea de quién le salvó la vida, pero se despertó en el hospital varios días después, descubriendo que había perdido absolutamente todo el sentido del tacto... la explicación de los médicos fue que de no haber inutilizado sus nervios, le iban a doler las heridas durante toda su vida, posiblemente con fuerza. No agradeció ese gesto, pero no pudo más que aprender a vivir con ello... recelaba demasiado de los humanos, llegando a atacarlos si se le acercaban, y por ello e trataba un medico de raza gatuna... Hubo unos meses más de recuperación en los cuales se quedó a vivir con ese médico en concreto, aprendiendo de él cosas sobre medicina y consiguiendo de esa forma su dedicación a cuidar de los demás. También fue el mismo que le enseñó a mover las marionetas que él mismo le regaló, mostrándole como controlarlos a su antojo a partir de ejercicios muy fáciles de telequinesis. Comenzó a trabajar como hostelera en una posada cercana por recomendación del mismo doctor, puesto que su violencia creciente hacia los que le rodeaban podía ser muy peligrosa, así fue como adquirió su extraño estado de bipolaridad, puesto que en las calles aún no era capaz de ver a un humano sin soltar un bufido o que se le erizasen los cabellos de la nuca...
El vaso se colmó cuando al cabo de tres años, cuando ella tenía once, un asesino en serie (humano para variar) mató a su compañero y maestro y se dio a la fuga junto con todas las cosas valiosas que podía haber en la casa... la niña no pudo soportar la pérdida del único al que hubiese podido considerar un padre, y se marchó de viaje por Gensokyo, trabajando de cualquier cosa que le diesen por comida, ropa o cobijo... conoció a gran cantidad de gente, incluyendo a algunos grandes maestros que le enseñaron el arte del hipnotismo y la pelea, y a un anciano que le recomendó entrenarse en ser veloz tras verla caer por unas escaleras (accidente por el cual no sintió nada, pero aún así debieron ponerle puntos y se rompió dos huesos) éste último anciano la cuidó tras el incidente unos meses y luego murió, dejando de nuevo a Haine sola, pero preparada para lo que le quedaba por delante...
Siguió entrenando por su cuenta y se decidió a encontrar a todos aquellos humanos que la habían traicionado o la habían hecho sufrir... por lo que se asentó en la aldea humana a pesar del profundo asco que les tiene, alojandose en cualquier posada que la admitiese a cambio de trabajar para pagar la habitación o la comida... no siempre fue agradable, pero del mismo modo que el resto de Gensokyo, había criaturas semejantes a ella, igual que gran variedad de razas... durante años vivió de esa forma, acostumbrandose a todo un poco, hasta que un día, al poco de cumplir veinte años, conoció al que más tarde descubriría como su hermano... Ienzo.
Tras vivir algunos años con él, decidieron abrir un bar/restaurant para poder darle un hogar y un mejor estilo de vida a la pequeña que cuidan entre los dos, Ayuko. Compraron una antigua casa de estilo oriental y convirtieron toda la planta baja en una especie de hostal/restaurant con barra americana, y el piso de arriba en su hogar. De esta forma tendrían con qué sustentarse del mismo modo que un techo bajo el que vivir sin preocupaciones. Y así han seguido viviendo hasta la actualidad... se han mantenido a raya de la guerra para no tener problemas, y ayudan a enfermos y heridos como pueden, del mismo modo que atienden a cualquiera que lo necesite, sin importar para qué lado luche.
•{Extras}•
Maw, Maw, Maw
-Debido a ser la última en nacer y la que mayor dificultad tuvo, no le han nacido más colas aunque ya haya alcanzado la edad adulta, por ello muchos Nekomatas la consideran algo rara y la llaman niña, o pequeña, para burlarse de ella (algunos con cariño, otros con malicia).
-Los nombres de sus dos muñecos de trapo con Tepless y Motsstup, y sólo le hacen caso a ella a pesar de ser controlados por telequinesis. Son algo así como muñecos con “fidelidad”.
-Adora leer historias sangrientas pero con argumento y final feliz para los protagonistas (algo así como RG VEDA).
-Es un asco dibujando, pero pone la excusa de que es porque no puede sentir la textura del papel ni del color (cosa que obviamente no tiene nada que ver con su sentido del tacto).

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